El éxito

El éxito

Manuel López Espino

Del latín éxitus, la salida, que suele ir unido a la muerte, algo que está fuera de nosotros, que tenemos que alcanzar con esfuerzo y sacrificio para que los demás perciban lo que hemos conseguido. 

El éxito suele ser efímero, se mantiene mientras dura en la sociedad, ella nos lo concede y ella nos lo quita, dependiendo de la capacidad que le da cada sociedad o grupo social, lo poseeremos más o menos tiempo. 

Siempre nos quedará el recuerdo de haberlo tenido, que veremos con nostalgia, y según cómo lo hayamos afrontado, podremos estar bien con él o hundirnos y sufrir por haberlo perdido. 

Para el mundo anglosajón, el concepto, iría en relación a poner fin a todo momento de fracaso o época mala. 

Otros autores dicen que procede de successus, que significa avance, ir subiendo hacia un resultado mejor, entendido como feliz.

Hoy en día, este concepto se entiende como un logro que hemos conseguido gracias a nuestra lucha y esfuerzo, sin que aparezca la variable suerte, ni con que nos lo den o con conseguirlo sin sacrificio. A quien le toca la lotería, no se le considera una persona con éxito, al que hereda una empresa que él no se ha trabajado, no se le considera una persona con éxito, solo al que se lo ha trabajado es a quien la sociedad le otorga ese título, un concepto que está directamente relacionado  con nuestra idea del poder, de alcanzar el sumun de algo que tan solo unos pocos pueden alcanzar, los llamados triunfadores de la sociedad.

El diccionario lo define como el resultado feliz de un negocio o actuación, o como la buena aceptación que tiene alguien. 

Se ve claramente en el deporte, donde el éxito esta ligado a la antítesis entre el ganador y el perdedor y a lo efímero de cada competición. “He podido tener éxito en ese combate, esa carrera, ese partido ¿y  cuánto dura el sabor de esa victoria? ¿Solo hasta el próximo evento?, ¿o dura hasta que otro ser humano supere tu acción?”

El éxito tiene que ser reconocido por los demás,  no existe el éxito individual sin que nadie lo pueda confirmar, sin la aprobación de una multitud capacitada para otorgar ese éxito. No lo confundamos con los logros que podemos alcanzar, con esfuerzo pero sin competir o luchar con otros y sin que nadie lo perciba. 

Lacan dijo que el suicidio es el único acto, que puede tener éxito sin fracaso. Considerando que un acto, un verdadero acto, siempre tiene una parte de referencia a algo real que no está preso ahí, de un modo evidente. Todos los demás actos que intentamos para conseguir el éxito, siempre tienen el riesgo de acabar en fracasos, o en desilusión. Por eso se valora tanto a quienes llegan a alcanzarlo. 

Quien consigue el éxito, es alguien dentro de una masa de personas, que se convierte de golpe en un ser con privilegios, donde puede llegar a hacer lo que realmente quiere, sentir que está por encima de los demás, gracias a esa victoria, se sitúa ahí arriba en su campo, deja de ser uno más y pasa a ser un ente privilegiado.

Hay diferentes campos que los demás aceptan, que se puede conseguir el éxito, como es a nivel personal, a nivel laboral, a nivel afectivo, a nivel deportivo, a nivel económico, … 

Recordemos que el éxito tiene fecha de caducidad, Quien tiene éxito tiene que seguir luchando para seguir ahí arriba. para seguir manteniendo ese triunfo de por vida, para no volver a convertirse en un ser sin privilegios, en parte del vulgo. 

Las religiones han puesto límites y reglas para no llegar a cualquier coste, pero el poder, es algo que está dentro de todos nosotros, con más o menos limites. 

Podemos ponerle fronteras, que también nos valgan para sentirnos bien, como es el bien común, otro tipo de lucha, de esfuerzo, que realizan algunas personas, sabiendo que nunca llegarán al éxito, sino al bien de una gran parte de la población, y que no van a ser reconocidos, pero que lo hacen por un sentimiento muy especial que solo ellos van a saber y conocer. Este sentimiento, es más sano, y dura para toda la vida, y no está ligado a que otro ser vivo tenga que fracasar o estar por debajo para alcanzarlo.  

Lo peor del éxito es cuando no sabes conformarte y quieres más y más, ahí podemos perder todo lo que nos rodea, por alcanzarlo, y puede llegar a ser patológico. 

En esta sociedad tan competitiva, utilizamos la palabra éxito mecánicamente… Queremos ser profesionales exitosos, formar una pareja exitosa, alcanzar el éxito económico… Sin darnos cuenta que si intentamos medirlo como un modelo de vida, que se le evalúa durante todos los actos que ha realizado como persona, sería agotador y no cabrían más actos en la persona que los enfocados hacia el éxito, dándonos cuenta que enfocamos nuestra vida solo hacia algo puntual que hará en un momento y es algo efímero, que dura tan solo un tiempo dependiendo de lo que los demás nos lo reconozcan. ¿Merece la pena vivir persiguiéndolo?

No nos confundamos con las personas que lo ven desde su subjetividad, donde solo entran sus conceptos y opiniones y los que lo ven solo desde la objetividad, desde el prisma que está establecido por unas reglas y normas concretas. Es decir, no para todos será un éxito lo que alcanzan algunos, es algo que hay que aceptar, lo importante es saber que es lo verdaderamente importante en la vida para ti, y buscar el camino que te lleve, sin pensar que tiene que llevarme al éxito.

Hay gente que no sabe canalizar su éxito, y ellos solos caen en su derrota, mientras que fuera se vive su éxito. Esos que necesitan escapar con las drogas de sus vidas, porque no pueden con el peso de su éxito. Por lo que está claro que cuando el éxito te llega sin habértelo ganado, sin haberte esforzado lo suficiente, bien por esa suerte que hay que tener en todo proyecto para que salga con más facilidad o bien por un don que te ha dado la naturaleza que no has sabido digerir, el éxito te puede destruir. 

El éxito atrae, hay un componente erótico que nos hace desear estar con esa persona, y es bueno darnos cuenta si realmente buscamos, el resultado del éxito o triunfar en el objetivo que te has marcado, para no darte cuenta ya tarde de que la calderilla del éxito es el dinero, la fama; cosas que confunden los mediocres y que no saben ni por qué tienen que luchar, ni por qué en el éxito se encuentran solos, rodeados de personas que les envidian, con rencor, perdedores que no alcanzaron su éxito y quieren vivirlo a la sombra de quien lo tiene, para intentar quitarle una parte de él. Una situación compleja donde hay que tener inteligencia y saber buscar el afecto y el amor entre toda esa gente que se te va a aproximar sin saber porque están ahí para que lo puedas disfrutar.  

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