autoestima

La Autoestima

La autoestima es el aprecio o valoración global que uno tiene de sí mismo, basándose en las sensaciones y experiencias que vamos incorporando a lo largo de la vida, estando expuestos a múltiples modificaciones. Como todo proceso vivo, necesita ser alimentada, en grados diversos, desde el exterior con capacidad de proceso en nuestro interior, para que vaya creciendo con el resto de nuestra personalidad y acorde con las dificultades de cada edad.

        La autoestima es uno de los factores más relevantes para el bienestar personal, y una clave para relacionarnos con el entorno que nos rodea de una manera positiva.  Una buena autoestima facilita que sintamos la satisfacción que viene de reconocer y apreciar nuestro propio valor, amándonos a nosotros mismos y creciendo personalmente, por el contrario; si tenemos una baja autoestima, nos lleva a tener una percepción negativa sobre uno mismo donde pueden aparecer síntomas depresivos, ansiosos, problemas de conducta, estrés, adicciones, etc.La baja autoestima está relacionada con una distorsión del pensamiento (forma inadecuada de pensar).

Las personas con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que son realmente; al mismo tiempo, estas personas mantienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser o lograr. La persona con baja autoestima mantiene un diálogo consigo misma, que incluye pensamientos de sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal, designación global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo, pensamiento polarizado: Pensamiento de todo o nada, autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, personalización: Suponemos que todo tiene que ver con nosotros y nos comparamos negativamente con todos los demás,lectura del pensamiento: supones que no les gustas a los demás, crees que piensan mal de ti, razonamiento emocional: Si lo siento así es verdad. Nos sentimos solos , sin amigos y creemos que este sentimiento refleja la realidad.

Es fundamental entender, que vamos a ser cierto tipo de persona dependiendo de cómo nos valoremos, pues así nos relacionaremos y veremos el mundo, independientemente de cómo es la realidad.

Tendemos a atraer personas o situaciones hacia nosotros que se parecen a una auto imagen formada, creada y creída por nosotros para que refuercen mi imagen y den fuerza a mi autoestima sea buena o mala. La clave para mejorar la autoestima es: Cambiar el modo en que interpretas tu vida, analizar las interpretaciones negativas que haces de los hechos, y crear nuevos pensamientos y objetivos que fomenten el crecimiento de tu autoestima.

La forma en que nos vemos, afecta cómo nos sentimos y a la vez, el ambiente en el que nos encontramos.

El concepto de uno mismo, va desarrollándose poco a poco a lo largo de la vida, cada etapa aporta en mayor o menor grado experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía o incapacidad. En la infancia descubrimos que somos seres distintos de los demás, que hay personas que nos aceptan y personas que nos rechazan. A partir de esas experiencias tempranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando comenzamos a generar una idea sobre lo que valemos, y por lo que nos aceptan o rechazan. Las bases de la autoestima se construyen durante la infancia, pero la autoestima es alterable en otras etapas de la vida. En la adolescencia, una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima, el joven necesita forjarse una identidad firme y conocer a fondo sus posibilidades como individuo; también precisa respeto, aceptación e interés por parte de las personas que considera importantes en su vida, cuyos valores coincidan con los propios, así como hacerse valioso para avanzar con confianza hacia el futuro.  Es la época en la que el muchacho pasa de la dependencia de las personas a las que ama (la familia) a la independencia, a confiar en sus propios recursos. Si durante la infancia ha desarrollado una fuerte autoestima, le será relativamente fácil superar la crisis y alcanzar la madurez. Si se siente poco valioso corre el peligro de buscar la seguridad que le falta por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero a la larga destructivos como la drogadicción. Una persona con baja autoestima se caracteriza porque no tiene seguridad en sí mismo y necesita la aprobación de los demás, no se siente merecedor de las cosas buenas que le ocurren, no se relaciona con los demás como le gustaría, no expresa sus gustos ni opiniones, ya que piensa que no va a ser aceptado, no se esfuerza por conseguir lo que quiere, pues cree no lo va a lograr y se desmotiva con mucha facilidad siendo infeliz por ello y envidiando la vida de los demás. Todo ello fomentado con una voz crítica destructiva interna que le resta capacidad de acción. Esa voz interna te puede machacar o llevarte al éxito personal.

Ya lo decía Muhammad Ali:

“Es la repetición de afirmaciones lo que guía a la creencia. Y una vez que esa creencia se convierte en una convicción profunda, las cosas comienzan a suceder”.

Una buena forma de mejorar la autoestima, es tratar de superarnos en aquellos aspectos de nosotros mismos con los que no estemos satisfechos, cambiar esos aspectos que deseamos mejorar. Para ello es útil que identifiquemos qué es lo que nos gustaría cambiar de nosotros mismos o qué nos gustaría lograr. Tenemos que ser realistas tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos. Así que para lograrlo debemos aceptar las cosas que no hacemos tan bien y aprender de ello. Por supuesto, no restarle importancia a las cosas que sabemos hacer bien, sino valorarlas como se merecen.Vamos a cambiar nuestro pensamiento de ”no puedo” por “voy a intentarlo”, “me va a ir bien”. No vamos a generalizar a partir de las experiencias negativas que podamos tener en ciertos ámbitos de nuestra vida. Debemos aceptar que podemos haber tenido fallos en ciertos aspectos; pero esto no quiere decir que en general y en todos los aspectos de nuestra vida seamos “desastrosos”. Vamos a ponernos metas realistas empezando por metas fáciles y poco a poco vamos aumentando su complejidad para llegar a metas más importantes, para ello vamos a compararnos con nosotros mismos para ver nuestro avance y de vez en cuando con las personas que consideramos están a nuestro nivel, para tener una visión correcta de mis logros y éxitos a nivel social.

 

 

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