Llevamos una vida rapida, con horarios que nos controlan, con estrés que nos interfiere a la hora de dormir y comer, donde no tenemos tiempo de ser nosotros los dueños de lo que hacemos.
Esto nos lleva a intentar ser felices con malos hábitos y sin cuidarnos.
No tenemos tiempo para ir al gimnasio, pero si para beber o tomar sustancias mas perjudiciales, no tenemos tiempo para pasear, pero sí para pasar horas delante de la tv sentados, no tenemos tiempo para reunirnos con las personas que apreciamos y queremos pero sí para ver cosas en el teléfono o en internet.
Es un momento donde preferimos comer rapido y mal para aprovechar el tiempo en cosas menos importantes para nuestro bienestar. Donde las horas de sueño no son importantes y nuestros hábitos nos hacen esclavos de rutinas que no hemos elegido conscientemente.
Es bueno ser consciente de la vida que vivimos, del tiempo que invertimos en nosotros, en nuestros seres queridos, del tiempo que desperdiciamos, de los propósitos que enterramos sin darnos cuenta, en lo que nos estamos convirtiendo sin querer.
La vida solo se vive una vez y cada periodo es único, lo que no haces a determinada edad es muy difícil lo hagas más tarde.
El tiempo no se para, debes ser tú quien se pare y tome las riendas de su día a día.