img_0447

El estrés, la patología del siglo XXI

El estrés, normalmente, surge cuando un individuo está sometido a fuertes demandas, que le resultan difíciles de llevar a cabo con sus recursos. Es una percepción subjetiva, cada persona afrontamos las cosas de forma diferentes, por verlas a través de nuestros recursos, actitudes, experiencias y conocimiento personal relacionado con nuestra capacidad de control y de ver las cosas con raciocinio, sin que el sistema fisiológico nos limite a través de las hormonas.  Es importante saber enfrentarse a la realidad, al igual que conocer nuestras limitaciones para no equivocarnos y vernos desbordados. En ocasiones, el cortisol bloquea el neocortex, la ultima parte de la evolución del ser humano, donde se ubica el raciocinio y actuamos con el sistema límbico, la parte animal, y es ahí donde perdemos los papeles, nos volvemos irascibles, agresivos apareciendo el estrés. 

Hoy en día se ve claramente que el estrés es un fenómeno que afecta a todos los países, y a la mayoría, cuando no a todos, los puestos de trabajo.

  • Consecuencias psicosomáticas: fatiga, dolores de cabeza, trastornos del sueño, trastornos gastrointestinales, hipertensión, dolores musculares y desórdenes menstruales.
  • Manifestaciones emocionales: Donde aparece el distanciamiento afectivo, la impaciencia y la irritabilidad, los recelos de llegar a convertirse en una persona poco estimada y que pueden degenerar en desconfianza y actitudes defensivas”.
  • Consecuencias conductuales: absentismo laboral, aumento de la conducta violenta y de los comportamientos de alto riesgo (juegos de azar peligrosos, conductas suicidas, abuso de fármacos y alcohol), conflictos familiares y matrimoniales.
  • La actitud defensiva se manifiesta en la incapacidad de estos individuos para aceptar sus sentimientos. La negación de sus emociones es un mecanismo con el que el sujeto trata de defenderse contra una realidad que le es desagradable.

Como medidas efectivas para vencer el estrés tendremos que centrarnos en aumentar los recursos, controlar y conocer las emociones y los sentimientos propios que nos evoca el estrés, desarrollar una actitud de afrontamiento proporcionada, técnicas de relajación y aceptación, controlando la frustración que aparece.

Leer más

Volver arriba